Fotografía: Patricio Roa, desde Fundo Arquilhue
La impresionante columna de humo que arroja la erupción del cordón volcánico Caulle evidencia la fuerza de la naturaleza y nos muestra en vivo su forma de actuar, renovando el ciclo de vida de miles de hectáreas de bosques y praderas. Aunque a escala humana pareciera un desástre, estamos ante un fenómeno normal que dará lugar a la formación de nuevos bosques a lo largo de los años, comenzando con especies colonizadoras como el coigüe.
Esperamos que no hayan pérdidas significativas de bosque adulto y los ecosistemas que de ellos dependen.
Deseamos suerte a todas aquellas personas que han resultado damnificadas o perjudicadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario